jueves, 30 de diciembre de 2010

2011.

Se terminó este año lleno de extraños acontecimientos.
Ha sido un año diferente, en el que he comenzado a apreciar quien soy, y a darme cuenta de cómo voy a vivir.
He sufrido, aprendido, llorado, madurado, sonreído, reído, odiado y amado.
He conseguido salir adelante en situaciones difíciles, de conseguir mostrar una sonrisa a todo aquel que me miraba con fijeza.
¿Por qué?
Porque he decidido que a partir de ahora seré feliz.
Por eso aseguro, pase lo que pase en este año que se aproxima, yo aprovecharé todos y cada uno de los momentos que me proporcione la vida y los convertiré en innolvidables.
Lograré hacer felices a todos aquellos que quieran permanecer a mi lado, y que valga la pena sacarles una sonrisa.
Mantendré sonrientes a aquellos que aprecien su vida, que sepan cuánto valen.
Les daré la espalda a esas personas engreídas, que están muy confundidas al pensar que ellos son el centro del mundo.
Los débiles se quedarán en el camino hacia la felicidad, porque serán demasiado cobardes como para afrontar el tortuoso camino y conseguir esa esperada recompensa.
Sí, este año, va a ser un año innolvidable.
Para toda la humanidad.

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