miércoles, 15 de diciembre de 2010

Naturalmente.

A veces consigo sacar de sus casillar hasta a las personas más tranquilas que conozco.
No lo hago de forma consciente, lo juro, es sólo que soy incapaz de cerrar la boca cuando veo injusticias, deshonras, infidelidades y mentiras.
Por mucho que aparto la mirada, soy incapaz de dejar a un gatito abandonado a su suerte; de permitir que rodeen a un niño y comiencen a gritarle insultos; de marcharme cuando veo que las niñas me miran y murmuran.
Se me da realmente mal actuar, así que ser falsa no es mi punto fuerte.
¿Me caes mal? No dudes que serás el primero en enterarte.
Que soy diferente, lo sé, y me encanta serlo.
Odio seguir y que me sigan. Soy un alma rebelde, salvaje, que no se deja domar o moldear por nadie.
Sí, puedo amar, pero no entregarme.
No nací egoísta, me hicieron así.
Pero estoy orgullosa de quién soy, y no pienso cambiar.
Ni siquiera por ti.

2 comentarios:

  1. Muy bonito.
    Precisamente la gente como tú es la que puede cambiar el mundo.
    No te conozco, pero ya me caes bien.

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  2. GRACIAS.
    Es lo que intento, por encima de cualquier cosa.
    Te lo agradezco mucho, de verdad :)

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