lunes, 29 de noviembre de 2010

Betrayed.

Traicionada.
Así me siento.
Usada, manipulada, olvidada, relegada, engañada y traicionada.
Te has aprovechado de mí, del castillo que yo he construido de la nada, y te has apoderado de él queriendo arrebatármelo.
Pero has olvidado que yo soy la más fuerte de todas.
Puedo contigo y con cientos como tú, y a la vez. Por que lo que es mío jamás lograrán quitármelo a no ser que yo lo ceda, o que te deje mis sobras.
Lucharé, por que esto no me quita fuerzas, si no que me ayuda a luchar con más uñas y garras, queriendo superarte bajo cualquier circunstancia.
No me voy a amedrentar, no intentes gritar más fuerte que nadie, no trates de reír con más energía que nadie, no trates de llorar con más pena que nadie.
Yo puedo gritar tan fuerte que el suelo tiemble bajo mis pies; puedo reír con tanta energía que contagiaría mi risa hasta a las rocas; soy capaz de llorar con tanta pena que inundaría el mismísimo infierno.
¿Un consejo? Ni lo intentes.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Crimen.

La gélida tempestad azota mis negros cabellos contra mi rostro, cubierto de lágrimas que se congelan nada más formarse.
Le miro a los ojos, perturbada.
No consigo comprender que me está intentado decir este hombre, tan desarreglado y con esa expresión tan triste.
No entiendo por qué lo unico que me dice es "Lo siento, lo siento..."
No lo entiendo, hasta que me doy cuenta de que estoy en tirantes, pantalón corto, descalza, empapada, en medio de un bosque, en mitad de la noche, en mitad de invierno, en mitad de mi confusión.
Miro mis manos cubiertas de mi propia sangre, que se mezclaba con el agua de la lluvia dándome un aspecto sucio.
Me pregunto qué le habré hecho yo a este señor tan extraño, para que apareciese de la nada y me hiciese tanto daño.
Él se arrodilla junto a mí y empieza a llorar, sin dejar de pedirme perdón y disculparse.
Comprendo que voy a morir.
Me tumbo boca arriba en la hierba, sintiendo como el dulce mareo de la muerte me nubla los sentidos.
La única frase coherente que consigo formar en mi cabeza es que ojalá mi madre sepa quién le ha arrebatado su hija sin razón, para poder castigarlo.
El hombre me coge en brazos y sin dejar de llorar me pide que le perdone, que no me vaya antes de perdonarle o el Señor no lo hará.
Le miro, incapaz de pensar demasiado tiempo en algo fijo.
-Arde en el infierno.-es lo último que digo.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Shame.

Locos, cuerdos, maníaco-depresivos, pesimistas o bipolares.
Qué más da lo que te llamen, pero para mí tienes algo en común con todos ellos.
No sabes apreciar tu vida.
Narras tu día a día con resignación, como si vivir fuese una obligación y no un derecho. Vives tu vida como si no valieras lo suficiente como para ser feliz, olvidando que antes de amar a nadie tienes que amarte a ti mismo más que a cualquiera.
Puedo garantizarte con toda seguridad que la única persona que jamás de los jamases va a hacerte daño eres tú misma.
Sí, podría haber personas que te dejen huella, que te cuiden y consuelen, que te quieran y te odien. Pero incluso esas personas que dicen quererte más que a su vida van a hacerte daño alguna que otra vez. ¿Y quién va a estar ahí para repararte?
Tú.
Que sí, que es bueno amar. No digo que seas egoísta y te encierres en una pompa en la que nadie pueda entrar.
Abre los ojos, comprende lo que digo.
Te pido que no dejes en manos de los demás tu felicidad.
Te pido que no dejes que sean ellos los que decidan cuando y por qué debes sufrir o reír.
Te pido que te quieras un poco más.
Te pido que madures, que crezcas por dentro y seas el responsable de tus sentimientos.

Lo siento.

Me llevo una mano al vientre ahora inerte.
Evito llorar, porque eso no servirá de nada.
Pienso en lo lleno de vida que había estado hasta hacía unos escasos días. Podría haber sido niño, niña, gemelos, mellizos, ¡no importaba!
Los hubiera querido a todos.
Los hubiera esperado con los brazos abiertos y les hubiera dado mi calor y consolado de su llanto infantil.
Pero cometí un error, un inmenso error, y dejé que esa vida se evaporara de mí.
Ahora me siento vacía.
Por las noches no puedo dormirme sin antes imaginar cómo hubiera sido poder cogerte en brazos una vez, poder mirarte a los ojos y saber de qué color los hubieras tenido, saber si tendrías el pelo rizado o liso, rubio o negro como el azabache.
Me gustaría morirme al recordar esa terrible sensación que sentí cuando te revolviste en mi vientre mientras morías.
Quiero llorar, gritar, destrozar.
Pero sólo puedo quedarme aquí, inmóvil, mirando por la ventana y el enorme vacío que se abre bajo mis pies.
Si pudiera pedir un deseo, desearía entregar mi vida por la tuya.
Pero con este salto, pagaré esa deuda.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Well, I guess that the only thing that's left to say is I love you.
Yes, I love you, and I'm not afraid.
The magical feeling that embraces me in my sleep, when I'm awake. It doesn't matter where you are, but the only thought of you makes me smile.
You're the only person in this world that can stand me long enough to understand that I'm not really like I show others.
I'm a weak, cheerfull, happy, emotional little girl. You take the good out of me, and you ignore the bad, even though it's hard.
It's just that every time I'm with you, I feel like a woman. A beautiful woman.
And all thanks to the wonderful person that you are.
So, than you.
-Do you love me?
-No. I'm in love with you.

Hasta el final.

Después de tantos y tantos momentos, cientos de horas, miles de minutos, millones de segundos.
Después de noches en vela charlando, de tardes en blanco uno junto a otro, sin tocarnos, observando nuestro alrededor en silencio.
Tras esos momentos en los que no necésitabamos palabras para saber que nos amábamos, tras esas sonrisas cómplices en las que las mariposas se revolvían en mi estómago.
Ahora, ya no estás.
Te pedí que no hicieras ninguna tontería, que siguieras con tu vida como si yo no hubiese existido, al menos hasta que volviera.
Pero, a pesar de prometerlo, te fuiste de mi vida definitivamente. Ya no hay vuelta atrás.
Todo tiene solución, pero como dice el refrán, menos la muerte.
Y ése es el problema.
Me siento tonta hablando a un trozo de piedra sobre tus restos, todo cubierto de flores.
A pesar de lo que te dije, aquí estoy. No creo en Dios, y dudo mucho que puedas escucharme, pero me siento bien cuando te susurro mis sentimientos que nadie más comprendería.
Me siento vacía sin ti. Has destruido mi vida, y te odio por ello.
Pero, al contrario que tú, no voy a desperdiciar mi vida.
Quizás no me vuelva a enamorar, quizás me pase mi vida soltera por no lograr olvidarte.
Pero vale la pena vivir, y luego reunirme contigo en el dulce final.
Te lo dije antes de irme, pero te lo repito ahora que he vuelto: te quiero.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Olvídame.

Mírame.
No estoy rota.
No soy débil.
No lloro.
Me has dejado insensible con tus juegos, con tus manipulaciones.
Me has hecho llorar tantas veces que se me han secado las lágrimas.
Me has quemado tantas veces que me he resignado a ver mis cenizas en el aire.
Me has roto tantas veces que he pisoteado mis pedazos en el suelo.
Me has matado tantas veces que he decidido no resucitar.
Ya es suficiente. Creo que te has divertido bastante a mi costa, a costa de mis sentimientos.
No voy a mentirte, a decirte que no podría soportar una mentira más.
Puedo soportar cientos, miles, las que sean. Pero ya no quiero.
No quiero, principalmente, porque no importa. Tú, no.

sábado, 20 de noviembre de 2010

La paciencia tiene un límite.

¿Qué quieres que te diga?
No soy una persona envidiosa, no me matan los celos, no soy posesiva.
Pero los límites no permito que los traspasen.
Te he soportado durante demasiado tiempo, revoloteando alrededor de lo que me pertenece a mí; te he tolerado y me he armado de paciencia, pero ya no más.
Estoy cansada de que creas que puedes conmigo, con lo nuestro.
Somos una unidad sólida, de la que tú jamás formarás parte.
Al principio era divertido observar tus esfuerzos por atraer su atención, pero mi paciencia se ha acabado y no pienso permitirte ni un minuto más.
Lo siento, el tacto no es mi punto fuerte.
Pero eso ahora mismo me importa verdaderamente poco.
Tan solo coge tu orgullo destrozado y haznos un favor a todos. Vete.

viernes, 19 de noviembre de 2010

If you ain't got love...

La vida es un enorme vacío si te falta lo más importante.
"Todo el mundo quiere algo, siempre algo más..."
Sí, eso es cierto. Todos deseamos siempre más, no hay casi ningún momento en nuestra vida en el que decimos "Ya. Soy feliz."
Ansiamos tenerlo todo: belleza, dinero, ropa, atención...
Y siempre falta algo. Una vez que logramos todos estos objetivos, hay algo que nos hemos dejado en el camino. El amor.
"Si no tienes a alguien a quien temas perder...todos necesitamos a ese alguien a quien contarle la verdad."
No hay mayor verdad que esa.
¿A quién abrazarás cuando te sientas solo, quién te dirá lo mucho que le gusta que te rías, quién logrará hacerte feliz con dos palabras si no es aquella persona a la que amas?
Nunca es suficiente.
Pero quería usar ese espacio para decirte que soy rematadamente feliz gracias a ti. Que aunque te odie en ciertos momentos, siempre eres tú al que me gustaría acudir para que me consuele. Que no sé muy bien a dónde voy si no es contigo.
Y, como ya te dije, a pesar de las adversidades que te garantizo que nos quedan, yo quiero envejecer junto a ti.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Disfruta.

Primero, debes olvidarme.
Es lo más difícil, pero debes hacerlo si quieres conseguir salir adelante.
No dejes que esta separación te hunda, no es para siempre. Volveré a verte, y cuidaré de ti.
Claro que será después de que vivas.
Pero por ahora, tienes que aprender a ser sin mí, a sobrevivir en este mundo sin mi amor.
Lo siento, sabes que yo no quería dejar de estar ahí, junto a ti, pero como ya sabes, la vida da muchas vueltas.
Quizás mi muerte signifique algo mucho más importante de lo que crees. Quizás no estabas destinado a pasar tu vida conmigo, y por eso me han quitado de en medio, porque lo nuestro era algo real. Estoy segura de que vas a recibir un destino maravilloso, del que desgraciadamente no formaré parte.
Sólo quería decirte que yo siempre te querré.
Pero ante todo, te quiero feliz.
Así que disfruta, aunque sea sin mí.

martes, 16 de noviembre de 2010

Derrotada.

No camines como si fueras mejor que yo.
Yo, al menos, sé quien soy.
Tú ni siquiera sabes quien te crees que eres.
No, no hables; tu impertinente vocecita hace de pitido en mis orejas, y me duelen los tímpanos cada vez que abres la boca para decir esa clase de tonterías que crees graciosas.
Por favor. Has pasado a ser un extremo. De lo importante que piensas que eres, has dejado de serlo. No intentes encandilar con tu sonrisa vacía de sentimientos a nadie, porque para tu desgracia, no surte efecto.
Si quieres que te diga la verdad, todos sabíamos que esto pasaría tarde o temprano.
Tus días han terminado, ya no sirven tus llantos o tus rabietas, ni siquiera tus risas.
Tu corazón de hielo no conquistará a nadie más.
Sí, ya ni siquiera tu bonito rostro te salvará de la Caída que te espera.
Bienvenida a la tierra, perdedora.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Empty.

Es duro, lo admito.
No siempre es fácil luchar por algo tan difícil de conseguir, tan lejano de lograr, tan subjetivo.
Soy más una persona de acción, a la que le gusta saber qué tiene que hacer, tenerlo todo planeado y organizado.
No me gustan demasiado las sorpresas, pero hay veces que desconecto del mundo y me dejo llevar por el son de mi felicidad.
Sinceramente, me gustan esos momentos en los que no hay nada lo suficientemente importante como para pensar en ello.
Me gusta mirarme al espejo y sonreír, sabiendo que hay mucho más por dentro que lo que se ve por fuera, consciente de que no mucha gente puede decir eso, ya que no se preocupan demasiado por su espíritu, y lo dejan pudrirse en la oscuridad.
Sí, eres muy guapa: bonitos ojos, labios carnosos, pelo largo, delgada y esbelta...y con la cabeza y el corazón vacíos de amor si no es el que emites hacia ti misma.
Sí, eres el prototipo de belleza de la actualidad.
Esa es la pena, que todo el mundo desearía ser como tú.
Una pequeña y miserable cáscara vacía.
Te preguntarás por qué he saltado de un tema a otro, pero es que ambos van relacionados.
Verás, la fuerza para luchar, la tienen los poderosos en espíritu, no tú. La tienen aquellos que son más hermosos por dentro que por fuera.
Por eso, he de admitir, que siento lástima por ti.

Ni aunque la muerte nos separe.

No se van del todo; nadie que haya llegado hasta tu alma lo hace.
Ni siquiera la muerte es capaz de destruir el amor que aparece entre dos personas, ya sean pareja, amigos, madre e hijos... No importa.
Es difícil darse cuenta de eso. Por que cuando alguien muere, parece que están a una distancia insalvable, que no seremos capaces de quererlos lo suficiente, y tenemos miedo a olvidarlos.
Pero no lo haremos.
Por que una vez que se quiere a alguien, se hace para toda la vida. Las tenemos presentes día tras día, dolorosamente al principio, pero luego nos vamos dando cuenta de que no es tan terrible. No se olvidan, simplemente se dejan a un lado para rememorarlos una vez que haya terminado el día.
Tenemos tanto miedo a perder a alguien que no nos damos cuenta de que es imposible perderlos del todo, que siempre estarán en nuestra alma y nuestro ser, que ya han formado parte de nosotros y no dejarán de hacerlo ni aunque pasen un millón de años.
Por supuesto que es duro estar sentado en tu habitación, estudiando, y que llame tu padre por teléfono llorando para decirte esa noticia que te destruirá. Claro que es terrible escucharle decir con dolor que todo irá bien, que él cuidará de ti y de tu hermana, que todo va a salir como Ella hubiera querido.
Pero Ella ya no está.
Físicamente, claro.
Emocionalmente jamás se marchará de mi lado.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Diferente.

Soy tóxica para cualquier ambiente hecho a la rutina, para cualquiera que tenga miedo a vivir, a disfrutar y demostrar aquello que te hace feliz.
Soy mortal para esas personas que temen lo que piensan de ellas otras cáscaras vacías calificadas como "guays", para esos que cuando pasan junto a ellos agachan la cabeza por miedo a ser criticadas.
Soy una enfermedad si lo que eres es débil, sin fuerza de voluntad, sin ganas de reír.
¡Soy una bomba para todos los que crean que son el centro del mundo y que todo gira en torno a ellos!
Sí, soy venenosa, retorcida y maquiavélica.
Pero yo, a diferencia de ti, sé vivir.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Confusión.

Estaba confundida. No sabía lo que quería, ni por qué.
Necesitaba tiempo para pensar, para aclarar mis sentimientos. No quería rechazarte realmente, pero ocurrió, ocurrió y me arrepiento de que pasara porque ahora que no te tengo es cuando caigo en la cuenta de que te necesito mucho más de lo que quisiera.
¿No te convence?
Pues déjame decirte que me confundí porque eso que sentía cuando estaba junto a ti me nublaba los sentidos y no me dejaba respirar oxígeno puro, si no que estaba contaminado con tu embriagadora esencia.
Lo único que veía eras tú, y no me decía más que por fin, ya casi...
Pero creo que me dio miedo. Me dio miedo el que tú no me quisieras tanto como yo a ti, que tú no sintieras lo mismo que yo, que yo fuera un juguete o un pasatiempo.
O peor. Que creyeses que me querías para después te dieras cuenta del terrible error.
Sí. Es extraño, pero acostúmbrate.
Por que me voy a quedar mucho, mucho tiempo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Come back.

Perdón. Te lo digo con antelación porque sé que esto que te voy a decir no te va a gustar.
Te necesito. O por lo menos, necesito ese que creía que eras, que me arropaba del frío y del miedo con su propio cuerpo. El que sonreía nada más por haberme hecho reír, aquel que se preocupaba algo por mi bienestar y felicidad.
Necesito oír la voz de aquel niño que una vez me quiso con el corazón, que sabía que yo lo tenía todo para él, y que estaba dispuesta a dárselo.
Pero tú...te has ido.
Y eso que tengo delante es lo que se ha quedado en su lugar. Tiene tu cara y tu sonrisa, pero sus ojos, los espejos del alma, están vacíos de todo sentimiento.
Te he perdido de la manera más dolorosa que existe: sabiendo que te tengo a mi lado sin poder amarte tanto como quisiera.
Has perdido el derecho a mi amor, ya no mereces mi corazón ni mi mente, ni mi alma. Pero el problema es que yo sigo aferrada a la esperanza de que volverás.
Por mí.

lunes, 8 de noviembre de 2010

2700

¡Muchísimas gracias a aquellos que se han molestado en mirar mi blog, y ha coincidido que les ha gustado y han seguido visitándolo hasta llegar a este maravilloso número!
De verdad, significa muchísimo para mí, y seguiré escribiendo e inventando para vosotros :)

Aprende.

Me miras mal, me criticas, susurras mentiras a mi paso, inventas rumores para volver al mundo en mi contra, creas situaciones en las que sabes que yo perderé.
Pero olvidas algo.
Soy invencible.
Porque yo no tengo miedo a equivocarme, a fallar, a quedar mal delante de ti, a lo que piensen los demás; ni siquiera tengo miedo a morir.
Lo único a lo que tengo miedo es a no saber aprovechar mi vida. Pero soy una de las pocas que lo hago bien, ya que vivo mi vida, sin meterme en la de los demás.
Gente como tú es la clase de personas que hacen que mire al cielo y pregunte por qué malgastar una vida que podría serle concedida a alguien que la aprovechara.
No sabes ser feliz.
Y eso es tan triste que me dan ganas de gritarte: ¡Espabila!
Deja ya de malgastar tu vida en mí.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Jealousy.

Envidia. Nos afecta a todos.
A mí me cegaba de rabia y dolor, de impotencia. A ti te cierra los ojos, y no ves que has dejado de ser importante.
Fin, the end, finitto... no importa en qué idioma se diga, pero es la hora de que te apartes de mi camino y me dejes triunfar a mí. No has sabido aprovecharlo, así que ríndete y desaparece.
Sólo fuiste un pasatiempo, un segundo, un momento, una noche, una fiesta.
No eres mucho más importante que eso en su vida.
Asúmelo, trágate tu orgullo y el perdón que tanto me pedías, también.
Ahora es mi turno.
Yo sí se aprovecharlo.
Mira y reluce de envidia, pequeña.

Lo haré.

Lucharé.
Lucharé hasta que me lloren sangre los ojos, hasta que la boca no segregue más saliva, hasta que los músculos dejen de funcionar.
Lucharé.
Por todo lo que creo y amo, por aquello que siempre quise y no dejaré escapar, por eso que sé que debo entregarlo todo por conseguirlo.
Aprenderé.
Aprenderé a ser fuerte en los momentos de debilidad, a llorar sin verguenza, a amar sin dolor y a odiar sin pasión.
Aprenderé.
Por que necesito hacerlo para lograr todos esos objetivos que me he impuesto, para evitar dañar a esas personas que quiero, por que lo necesito todo para conseguirte.
Ganaré.
Por que así soy yo.

Amigos.

Que bueno es despertarse cada mañana y pensar que vas a poder volver a verle, que podrás contarle aquello que te preocuopa o alegra. Que él podrá volver a escucharte y aconsejarte de la mejor forma que sabe, y que tú se lo agradecerás devolviéndole el favor.
Que bien sienta saber que se preocupa por ti tanto como tú por él; que se emociona por verte tanto como lo haces tú, y que está igual de ansioso por contarte sus problemas.
Lo cierto es que es imprescindible en tu vida, que sin él no podrías ser como eres, que es gracias a él que puedes alzar la cabeza y decir que eres feliz.
Te hace fuerte, poderosa y segura de lo que haces.
Sabes lo esencial que es en tu vida, en tu existencia, en tu día a día.
Y se lo demuestras.
Porque es un pedazo de cielo que ha caído solo para ti.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Goodbye.

"Te vas." me dices sin parpadear.
Sí, así es. Y seguramente ya no volveré.
Y aún así, te mantienes impertérrito. Te miro fijamente, esperando que reacciones, que me abraces y me beses, que me digas que me quieres y que por favor no me marche, que tu vida no sería lo mismo sin mí, que no podrías soportar dos años sin mí, que no puedes imaginarte lo vacía que sería tu existencia.
Pero no. Tú asientes.
"Que sea lo que tenga que ser." sonríes.
Aprieto los labios y esbozo una sonrisa tan falsa como lo que te voy a decir a continuación.
"Es lo mejos para ambos." miento.
"Sí, lo es." asientes de nuevo, sonriendo con más fuerza. "Bueno, así que esto es un adiós."
Te digo que sí, que lo es, que ya no me volverás a ver en al menos veinticuatro meses, o para el resto de tu vida. Y tú te encojes de hombros.
No miras a ninguna parte, con las manos en los bolsillos.
Me pregunto qué será lo que he visto en ti, que te he entregado mi corazón sin obtener nada a cambio. Al menos, nada verdadero.
Y entonces me fijo.
"¿Por qué lloras?" te susurro.
Tú me miras, con una media sonrisa forzada.
"Por ti, por mí, por nosotros, por lo que estamos perdiendo, por el amor que te llevas, por el vacío que dejarás en mi vida y en mi corazón, por que sé que jamás podré olvidarte, porque parece que te importo tan poco que te vas dos años completos, porque te quiero tanto que creo que si no estás aquí voy a morir. Por que yo no sé ser sin ti."

Originalidad.

Dícese de aquella cualidad que permite crear de manera única y expresiva, siendo diferente a todo aquello que ya se ha creado con anterioridad.
La originalidad es un sentimiento, un pensamiento, una imagen que hace que quiera escribir o dibujar aquello que he imaginado. Es la manera que tengo de escapar de las aburridas rutinas del día a día y darle un poco de luz a mi vida.
Es la manera de ser distinta de las personas que siguen un mismo patrón soso y sin emoción. Es la manera de demostrar quién soy yo, y por qué soy así.
Es aquello que, si no naces con ello, no lo tendrás aunque sea lo que más quieras.
ORIGINALIDAD.
Si no tienes, no copies de los que tengan.

Madurez.

Hemos sido una gran fortaleza juntos; a prueba de balas, dolor y angustia. Hemos conseguido sacar lo mejor del otro, logrando hacernos felices de una manera por la que te estaré eternamente agradecida. Hemos conseguido enseñarnos el verdadero significado de amar. Juntos, pudimos crear ese maravilloso universo en el que nada ni nadie podía tirarnos abajo, porque eramos invencibles.
Juntos, hemos podido demostrarle al mundo que realmente existe la perfección.
Hemos tenido un pasado.
Y te quiero. Lo haré siempre.
Pero tú y yo somos muy distintos. Cada uno tiene sus ambiciones, sus alegrías y sus penas que ya no compartimos. Ahora, tengo que irme tan lejos de ti y por tanto tiempo que sé que voy a enloquecer.
Pero hemos de separarnos. Siento decírtelo, pero mi vida tiene otro camino pensado para mí, y no voy a seguir el tuyo.
Nos volveremos a ver, seguro; pero yo ya no seré la misma niña débil.
Lo siento, pero estoy creciendo.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Love.

Y me enamoré de ti.
Sí, así fue. Rápido y fácil. Te quiero más que a mi vida, aunque suene exagerado.
Has pasado a ser tan importante como el oxígeno que respiro. Lo nuestro es una historia memorable. Luchamos en el silencio de la perdición, y obtuvimos una enorme recompensa. Nos obtuvimos el uno al otro.
Es maravilloso despertar y pensar que todavía que me queda un día para pasarlo junto a ti. Es increíble no pensar en nada cuando te tengo entre mis brazos, y tú me sonríes, preguntándome en qué pienso.
¿Pues en qué va a ser? En lo feliz que me haces.
Una vez dijiste que la frase te quiero se queda como un grano en el universo en comparación con lo que de verdad siento. No puedo decir lo mismo.
Yo no te quiero. Te amo.



"-¿Qué es poesía?-me preguntas clavando tu pupila en mi pupila.
-¿Y tú me lo preguntas? Poesía, eres tú."

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Felicidad.

La vida es un viaje cuya finalidad es encontrar la felicidad.

Hay muchas maneras de encontrarla durante ese corto período de tiempo.

Algunas personas la ven reflejada en un espejo.

Otras, la ven en los ojos de una persona a la que aman.

Hay gente que es feliz con tan solo sacar buenas notas.

En cambio, hay personas que disfrutan de una tarde relajada en compañía de dos o tres de sus amigos.

A veces, creemos que el dinero es lo que nos da la alegría.

Otras, que lo único que necesitamos es a nosotros mismos.

En todas estamos equivocados.

La felicidad es un conjunto de pequeños momentos que nos han hecho sonreír.

La felicidad son gestos emotivos o graciosos que nos llevamos a la tumba.

La felicidad es algo imprescindible para poder vivir.

No es lo mimo despertarse una mañana y darte cuenta de que odias el mundo en el que vives.

No es lo mismo mirar a las personas y verlas torpes y vacías.

Personalmente, mi felicidad la encuentro en unos determinados ojos verdes de determinada persona increíble.

Quizás me equivoque, quién sabe.

Sólo sé que no pienso descansar hasta que las personas que me rodean sean felices conmigo.

Hell.

Desde que tengo uso de razón, he imaginado lo que me ocurriría cuando muriera. Siempre ha sido algo que me ha matado de curiosidad. Cuando era más pequeña, supuse que iría al Cielo, como decían mis padres, y sería uno de los millones de ángeles que había.
A medida que fui creciendo, comencé a dudar si ese sería un buen lugar para mí.
El Limbo me parecía más correcto. Un lugar solitario, silencioso, estable, donde las almas vagaban sin rumbo fijo. Me parecía más posible, pero no del todo perfecto.
Luego crecí. Maduré. Sufrí. Maté.
El Infierno se convirtió en el lugar idóneo para alguien como yo.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Pain.

Lo he vuelto hacer. Una vez más, he vuelto a mirar por si tenía alguna llamada perdida tuya.
Y una vez más, se me ha roto el corazón.
Extraño tus besos, tus abrazos, tus te quieros, tus enfados, tus risas, tus bromas...
Te extraño. Creí que podría superarlo, pero aquí me tienes, llorando sobre tu recuerdo.
Me siento más sola que nunca, y soy consciente de que nunca te podré sustituir. Me gustaría hacerme creer que soy capaz de olvidarte y continuar con mi vida, pero no es así.
Llegaste a lo más hondo de mi alma, y soy incapaz de arrancarte de ella.
Me siento terriblemente mal, como si algo me desgarrara el pecho todas las noches, dejando que se curara durante el día, para volver a destrozarlo en la tenebrosa oscuridad.
Te quiero; no sabes cuanto.
Y yo sé que tú me quieres, estés donde estés.
Estoy cansada de sufrir, de ser sin ti, de fingir ser feliz, de ver sin mirar. Pero es que me faltas tú.
Oh, amor.
Desde que has muerto mi vida es un asco.