lunes, 31 de enero de 2011

Whatever.

Que no importe de donde venga, sino adonde voy.
Que no importe lo que sepa, sino lo que aprenderé.
Que no importe lo que pierda, sino lo que ganaré.
Que no importe mi miedo, sino el valor de superarlo.
Que no importe qué soy, sino quién.

miércoles, 26 de enero de 2011

Bienvenido.

Sin nada que arriesgar, no hay nada con lo que luchar.
Moriré en el intento o me lloverán recompensas. El destino tiene un sentido macabro del humor, un método infalible y cruel de enseñarnos, una forma dolorosa de que continuemos luchando.
Algunos se quedan en el camino.
Les da miedo llegar hasta el final, conseguir eso que siempre han soñado de una manera o de otra.
¿Y qué es eso? Felicidad.
Felicidad, disfrazada en forma de sueños.
Yo he venido para conseguir mi felicidad, pero ante todo, he de aprovechar la felicidad que me brinda el camino a la meta.
Quizás no gane la carrera, quizás a mitad del camino tropiece y caiga, o quizás me empujen. Pero hay tantas y tantas variables que hacen cambiar nuestro destino segundo a segundo que no es mentira cuando aseguramos que somos dueños de nuestro destino.
Prefiero morir luchando que vivir de brazos cruzados.
No me rendiré bajo nada ni nadie, mi vida es mía y soy yo la que decide cómo vivirla.
Welcome to my world.

lunes, 24 de enero de 2011

Enséñame a vivir.

Como el ajedrez jugado por dos lunáticos.
Como las carreras competidas por dos locos.
Como el amor compartido por dos psicópatas.
Sé que no soy invencible. Sé que no soy inmortal. Sé que no soy excepcional.
Pero soy diferente.
¿Por qué? Porque sé todo lo anterior, y con lo que soy, hago lo mejor.
Soy lo mejor de mí.
Y eso es mucho más de lo que podría pedir.
Sé quién soy, de dónde vengo y adonde voy. No importa cuántas veces caiga durante mi vida, sé que lograré superarlas. Tengo un instinto de supervivencia tan fuerte y vibrante como la vida misma.
Soy extraña, única, para bien o para mal.
Lo cierto es que me encanta ser quién soy, con mis defectos y mis virtudes, con mis más y mis menos, con mis pros y mis contras.
No quiero creer en los límites.
Soy libre, y los límites están donde yo decida.
Y decido que no existen.

martes, 18 de enero de 2011

Her.

Respirando hondo, sin prisas, sin ganas, simplemente con una lentitud digna de su clase, con los ojos levemente entrecerrados, tratando de no exagerar su rabia, su pena, su frustración.
Como una última exhalación, así de hermosa es ella, como el filo reluciente de una navaja clavada en su corazón, así de peligrosa.
No quiere comprender las razones de nadie, sólo y únicamente las que la benefician a ella.
Diferente, extraña, no importa cómo la definas, así es ella.
Tan libre como el viento que aúlla entre los árboles, tan violenta como las olas que chocan contra el mar.
Sí, ella es diferente.
Y le encanta.
Por eso no intentes llevarle la contraria.
Ella sabe que con una sola mirada cerrará tu boca.

jueves, 13 de enero de 2011

Humanidad.

Lo que voy a decirte no va a gustarte, pero si no lo hago, creo que explotaré.
He encontrado la felicidad. No ha sido en tus ojos, en tus palabras, en tus mentiras.
Han sido en los ojos de otra persona. O de otras, por así decirlo.
Cientos y cientos de personas, hombres, mujeres, niños y bebés, no importaba, pero he logrado hallar mi lugar en el mundo junto a ellos.
Día tras día, poco a poco, pongo mi granito de arena en este extraño mundo repleto de seres egoístas.
A ellos les he entregado mi vida, a ellos que de verdad me necesitan.
No estoy orgullosa de haber tardado tanto, lo admito, pero prefiero haberme dado cuenta a haber pasado el resto de mi existencia ciega.
¡No me rendiré! Lucharé por y junto a ellos porque sobrevivan en este cruel universo en el que no parece haber espacio para ellos.
Lucharé junto a pobres, infelices, discapacitados y marginados.
Porque ellos lo merecen más que tú.
Sí, he encontrado la felicidad.
Y se llama humanidad.

lunes, 10 de enero de 2011

Silla de ruedas.

Me gustaría volar y tocar el cielo con la yema de mis dedos.
No soy débil, ni alocada, tampoco irresponsable o egoísta.
Soy tranquila y feliz, consigo sacar del mundo lo mejor.
O al menos, lo conseguía.
No entiendo qué he hecho para merecer esto.
Mi vida depende ahora de una silla con dos enormes ruedas, a las que he de admitir, he empezado a odiar.
No comprendo porqué tiene que darme de comer mi madre, como si tuviera tres años en vez de quince.
No consigo entender la causa por la que ahora tengo que ducharme con mamá, y mis piernas parecen delgados palillos, porque no responde más de la mitad de mi cuerpo cuando yo le ordeno que se mueva, y no puedo ir a clase, y no entiendo porqué mis amigos me han dejado de visitar.
No comprendo por qué las noches han dejado de ser mi momento favorito, y las pesadillas se esconden tras oscuros rincones para asaltarme en la penumbra.
Luego recuerdo aquel fatídico día.
Recuerdo los dos focos de luz brillantes y un momento después, estar tumbada en el suelo, llena de sangre y cristales, y ver el vehículo que me embistió huir.
Escapa mi comprensión la razón por la que el hombre que ha destruido mi vida siga en libertad.

martes, 4 de enero de 2011

Sus palabras se las lleva el viento.

No caigas de nuevo en la espiral del terror, del odio y de la pasión.
No te dejes hundir una vez más por sus vacías promesas.
Puede que en el momento que lo diga, sea cierto. Pero te aseguro que se arrepentirá de haberte dicho aquellas palabras tal y como ha hecho estos meses.
No dejes que sus ojos te cieguen, mira por los tuyos propios y date cuenta de que sólo te usa.
Es una lástima tener que abrirte los ojos de esta manera tan dura, con palabras que desgarran como cuchillas, pero he de hacerlo, porque no soportaría verte sufrir una vez más.
Dime una cosa.
¿Estarías dispuesta a volver a sufrir por tercera vez sólo por tenerlo un par de meses más?
Muy bien, así es.
Aunque duela, aunque queme, aunque mate, debes hacerlo.
No evites la verdad cubriéndola con mentiras y dolor.
Enfréntate a ella como una heroína, porque eso es lo que eres.
Deja que el dolor se disipe por su cuenta, no busques remedio en su sonrisa que se volverá contra ti de un momento a otro.
Creéme.
Sé fuerte y gana la guerra.

domingo, 2 de enero de 2011

Destiny, destiny.

Extraños sucesos que ocurren de manera que parecen planeados por el destino.
Para algunos no son más que coincidencias.
Personalmente, creo en el destino.
Cometemos errores, hacemos daño, mejoramos, perfeccionamos y poco a poco, nos moldeamos.
He aprendido que siempre viene algo bueno después de algo malo.
Que el odio y el amor van cogidos de la mano y son amigos, no se atacan.
Gustosamente admito que me he equivocado en demasiadas ocasiones, y lo admito con la cabeza alta y sin sonrojarme.
No me da miedo caer, sé que siempre lograré levantarme.
Me he dado cuenta de que no hay nadie realmente verdadero.
Todo el mundo esconde algo; y aunque eso no sea malo, no dejamos que nos conozcan del todo.
Quizás para protegernos del mundo, quizás para hacernos los interesantes.
Sé que yo lo hago para que nadie me vuelva a hacer daño.
Después de caer cuatro veces con prácticamente la misma piedra, me recreo.
Así que, como un glorioso canto a la libertad, reclamo la felicidad que me pertenece por derecho, por el derecho de haber nacido.