domingo, 23 de octubre de 2011

¿Love?

El amor no es para mí.
Soy demasiado fría, demasiado calculadora; mido cada paso que he de dar, no permito ni a un centímetro escaparse, no dejo que me alteren los papeles ni que decidan por mí. No me gusta depender de nadie, porque sé que algún día me defraudarán. No es un punto de vista muy optimista, lo sé, pero es realista. ¿Quién es la única persona que no te va a fallar nunca jamás? La respuesta es muy sencilla. Si aún no la sabes, deja que te guíe a ella:
La primera persona que te amó fue tu madre, en el mismo momento que supo de ti. Al menos, la gran mayoría. Si no es tu caso, entiendes por donde voy.
Ella formó una gran parte de tu vida, seguida de la otra persona a la que llevas en los recuerdos más frescos, aquella figura paterna que todos desean tener.
Después, con suerte o sin ella, tus hermanos. Te quieren, jamás lo dudes, y siempre te cuidarán.
Luego tus amigos, aquellos con los que te identificas en el noventa por ciento de tu vida; o en mi caso, en un diez por ciento. Más tarde, tu amado o amada, esa persona que parece entenderte casi por completo, que parece complementarse a ti. O en mi caso, que la amaba sin importar las diferencias.
Sea como sea, todo el mundo te quiere, pero siempre se quieren más a sí mismos, de una manera o de otra, por lo tanto te dejarán caer en algún momento, por breve que sea o por poca importancia que tenga.
¿Y quién te cogerá una vez que aquellas personas que siempre han estado allí, ya no lo estén?
Pues sí, correcto. Tú.
Por eso afirmo, no orgullosa de ello, que el amor no es para mí. No sé amar. Me da miedo perderme mientras lo hago, así que simplemente, no amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario