jueves, 22 de diciembre de 2011

Humanidad.

El egoísmo y el ansia de poder son lo más terrible de esta existencia, lo que vuelve a hombres de la misma sangre unos contra otros, lo que nos lleva a crear e inventar armas y estrategias para aniquilarnos y lograr más y más de estos venenos que nos consumen en una espiral de egocentrismo. Nos llevan a odiar a aquellos que son diferentes a nosotros. Odiamos porque no conocemos; la ignorancia siempre ha sido mortal, hasta el punto de que somos una amenaza a nuestra propia especie. Nos horrorizamos cuando vemos un león cazando a una gacela, nos compadecemos de la suerte del pobre animal, pero sin embargo nos quedamos fríos cuando escuchamos el número de mujeres asesinadas en lo que va de año, el número de muertos en accidentes de tráfico, el número de personas sin hogar y sin trabajo, el número de niños que trabajan para que sus familias puedan comer, la cantidad de personas asesinadas impunemente en países sin posibilidad de defenderse de nosotros. Cazamos, como el león, pero no para alimentar nuestro cuerpo, sino para alimentar el poder que deseamos. 
Todas estas muertes, estos sufrimientos de los que han muerto y de los que siguen agonizando, nos son muy lejanos, parecen ajenos a nuestro entorno, como si no tuviera nada que ver con nosotros. Pero, ¿sabéis qué? ¡Todo está mucho más cerca de lo que esperáis! Abrid los ojos por el bien de la raza humana, no suspiráis por un samsung galaxy con tarifa plana de internet cuando en África, al día, se mueren una media de dos mil niños por desnutrición. ¿Qué significa eso? Se mueren 2000 niños de hambre, de sed, de no tener ni un mendrugo de pan que llevarse a la boca. 
Sí, como buitres esperando la extinción de otra vida inocente a causa de nuestras batallas por el poder, arrasamos con todo aquello que no nos pertenece como si lo hiciera por nacimiento. Dejad el egoísmo para las mentes secas, y convertid vuestra inteligencia en el potencial que salvará el mundo. 
Humanidad. Éso es lo que falta. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario